Conozca las historias de tres propiedades que han aplicado el Plan Genético Ganador para aumentar sus ganancias: ¡el aumento de peso y la reducción de la mortalidad se encuentran entre los resultados más destacados!
En toda América Latina, los productores de leche están invirtiendo en una estrategia segura y probada para multiplicar la mejor genética en los rebaños y agregar una fuente de ingresos que acelere el progreso genético, ¡todo a la vez! Puede parecer inusual, pero el plan no se basa solo en la genética de la leche, sino también en la carne.
Tres fincas, dos países, una estrategia: las lecherías de México y Chile están celebrando resultados que demuestran la efectividad de la estrategia. La idea es simple: inseminar las mejores hembras del rebaño (es decir, las de mayor valor genético) con genética sexada, para asegurar una nueva generación que contribuirá más a incrementar la producción de leche; mientras que las hembras de menor valor son inseminadas con semen de carne especialmente desarrollado para ser utilizado en esta estrategia, dando lugar a terneros de calidad para la cadena productiva de la carne.
Ubicado en Casablanca, en la región de Valparaíso, Chile, el equipo del Fundo Santa Amalia está probando y conocendo los resultados de esta estrategia.
“Ya en los primeros partos, en marzo de 2020, quedamos impresionados con la calidad de los animales. Con ellos pudimos acortar el período de engorde hasta en un mes y medio, son terneros que ganan alrededor de 1,25 kg por día, desde el nacimiento hasta la venta, superando los 500 kg”, comenta.
Activa en la producción de leche desde hace más de 50 años, la propiedad, que pertenece a la Sociedad Agrícola Santa Sara, alberga un rebaño de 4300 animales, incluyendo 1600 vacas lecheras y 1200 bovinos de engorde. La estructura de la granja tiene un confinamiento con capacidad estática para 1200 animales.
El gerente de operaciones del Fun- do Santa Amalia, José Luis Terrazas, dice que el equipo comenzó a invertir en el Plan Genético Ganador de ABS a mediados de 2019, interesado en el beneficio económico que este plan ofrece.
En el hato del Fundo Santa Amalia, la genética de carne Beef InFocus utilizada para inseminar vacas de menor valor genético fue importada de los Estados Unidos e Inglaterra. Con buenos resultados obtenidos, José Luis afirma que la conformación, el volumen y distribución de la grasa también fueron sorprendentes. En 2021, la propiedad vendió sus primeros animales con genética de carne. A partir de este año, el objetivo de la finca es producir 450 terneros de este tipo anualmente.
En Bulnes, en la región de Ñuble, Chile, también utiliza la misma estrategia el productor José Azocar, de Fundo El Roble. Las mejores hembras entre los animales del rebaño se seleccionan para la inseminación con genética sexada, incluidas las vacas adultas.
“De acuerdo con nuestro plan genético, las hembras que componen el 10% superior del rebaño son inseminadas con genética sexada para aumentar la producción de leche. La fertilidad que estamos obteniendo con Sexcel nos impresionó tanto que comenzamos a usar el producto en vacas adultas, y lo seguiremos usando. Las tasas de concepción son excelentes y la genética del rebaño ha mejorado mucho”, destaca el productor.
Con más de 1000 vacas lactantes, José también usa semen convencional para inseminar otras hembras que no pertenecen al 10% superior, pero que aún tienen un valor genético considerable.
Finalmente, para aquellas novillas cuyo valor genético es menor, el destino es diferente: inseminación con semen Beef InFocus. Con esta estrategia, José ya está celebrando buenos resultados.
“Los primeros partos ya han revelado que los animales nacen con muy buen peso – y la ganancia de peso también es muy alta. También logramos reducir la mortalidad al nacer”, agrega.
No es solo en Chile donde se destaca la efectividad de este plan ganador. En Coahuila, México, el Establo La Victoria, ubicado en Matamoros, cuenta con la genética de ABS desde el inicio de sus actividades. Para el productor Sergio Reyes Carmona, la confiabilidad del ABS ha marcado la diferencia en el mejoramiento genético del rebaño, compuesto mayoritariamente por animales Holstein y una pequeña porción de Swiss Brown.
La producción más reciente demuestra el valor de la genética utilizada. Se llevaron a beneficio 71 animales, todos menores de 15 meses y con un peso promedio de 615 kg. Llama la atención el aumento de peso, con una media de 1.301 kg al día.
Sergio dice que esta nueva estrategia ganadora de ABS es, sin duda, la solución a un problema común que enfrentan los ganaderos: ¿qué hacer con los animales que no se necesitan en el hato lechero? “En ese momento, descartamos la opción de vender las vaquillas utilizadas para reemplazar el rebaño. Por lo tanto, la solución natural fue recurrir a la inseminación con semen de carne”, comenta.
La estrategia trajo tantos beneficios a la granja, que Sergio abandonó por completo el semen convencional; hoy en día, solo usa la genética sexada Sexcel e inseminaciones con semen de carne Beef InFocus.
“Es una estrategia completamente alineada con nuestros objetivos de producción. Por un lado, nos enfocamos en el progreso genético de las hembras más rentables, asegurando la reposición del rebaño y con mejor calidad; y por otro, tenemos machos con genética enfocada sobre la eficiencia para engorde. La genética es la palabra clave de todo el proceso”, evalúa Sergio.
Al igual que José Azocar, Sergio también ha tenido bajas tasas de mortalidad durante el parto, más bajas que cuando se usa semen convencional. “Aún nos queda mucho por aprender, pero los resultados hasta ahora son muy alentadores. Estamos acortando el período de engorde y somos optimistas sobre la apertura y rentabilidad del mercado cárnico”, completa el productor.
“Cuando la calidad de servicio, productos y asistencia técnica es tan alta, no hay razón para buscar otra opción en el mercado. Aquí, en México, ABS cuenta con un equipo técnico del más alto nivel. Para nosotros, los profesionales son tan amigos, ya que están presentes desde los primeros días de la finca”, celebra.
Con la garantía de buenos resultados, Sergio creyó en las tecnologías de ABS desde temprano. “Empezamos a utilizar estas soluciones apenas se empezaron a ofrecer en México. Inseminamos hembras Holstein menos productivas con semen de carne, lo que nos da la oportunidad de aportar un producto a la cadena cárnica, aumentando también la rentabilidad de nuestro negocio”, dice el productor.