El presidente de Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, responde esta y otras preguntas.
Con más de siglo y medio de historia, la organización trabaja en defensa del productor de carne argentino y anualmente promueve la Exposición Internacional de Industria y Ganadería, evento que resalta el valor de la genética y destaca su aporte al desarrollo de la ganadería nacional.
La Sociedad Rural Argentina tiene más de 150 años de historia. ¿Cómo ha contribuido la entidad al desarrollo de la ganadería nacional?
La fundación de la SRA está ligada directamente al desarrollo de la ganadería argentina. Fueron productores pioneros que importaron los primeros reproductores desde Europa con el fin de mejorar el ganado local. En su Estatuto fundacional ya se había puesto como objetivo específico, promover la incorporación de tecnología y el desarrollo de procesos de innovación con el fin incrementar la productividad del rodeo argentino.
La entidad organiza anualmente una Exposición Internacional de Industria y Ganadería con más de 2.000 expositores de animales (bovinos, equinos), donde muestra al país todo su potencial, en particular en genética de las distintas especies y razas; y tiene una serie de servicios, como el Laboratorio de Genética Aplicada, el Departamento de Registros Genealógicos, y el área de educación, contribuyendo al desarrollo del sector.
Desde la entidad se trabaja en la defensa de los intereses de los productores tanto a nivel nacional, regional e internacional participando de distintas instituciones y foros donde promovemos e impulsamos una visión empresarial del Agro.
Según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), Argentina es el sexto productor mundial de carne vacuna. ¿Qué factores contribuyen a mantener este nivel de producción?
La Argentina es de base un país ganadero, como lo mencioné anteriormente. La diversidad de climas y los tipos de suelos permite el desarrollo de la ganadería en distintos lugares del país. Actualmente tenemos más de 80 millones de hectáreas de pastizales donde podemos desarrollar nuestra ganadería en forma sustentable. El productor argentino es de por sí un emprendedor, dispuesto a invertir en tecnología y mejora continua de su manejo de la empresa agropecuaria para poder competir con otras producciones y países competidores. En este sentido un marco institucional y económico que garantice el desarrollo de negocios es indispensable, y en la Argentina hemos tenido dificultades en estos últimos años para lograr el mismo. Cuando las condiciones están dadas, el agro muestra todo potencial.
Según el IPCVA (Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina), 14,2 millones de cabezas fueron sacrificadas en el país en 2020, resultando en la producción de 3,2 millones de toneladas de carne. ¿Cómo contribuye la genética a este resultado?
La genética es uno de los pilares del sistema productivo. A partir de la incorporación de nuevas tecnologías vinculadas a la genética en las áreas de la alimentación, reproducción y sanidad se han logrado importantes progresos en la productividad de nuestros rodeos. Aún hay mucho por hacer en esta constante carrera de la innovación tecnológica.
La SRA contribuye aportando la información de sus bases de datos de los Registros Genealógicos, para que las asociaciones de criadores puedan realizar sus evaluaciones genéticas, cuyos resultados son utilizados tanto en el sector como para la exportación de reproductores, semen y embriones.
¿Cuáles son las previsiones para el comportamiento del sector en el futuro?
Consideramos que para 2031, podríamos incrementar nuestra producción de carne en 1 millón de toneladas, y de leche en 2.000 millones de litros; si tenemos políticas macroeconómicas que nos brinden un marco de estabilidad, y políticas sectoriales que impulsen la inversión y la aplicación de tecnología.
¿Cuáles son los objetivos del productor argentino de carne vacuna?
El objetivo del productor es abastecer adecuadamente los mercados que demandan su producción a partir de la mejora continua de la productividad. Las diferencias entre la demanda del mercado interno y el mercado de exportación tienen gran importancia al momento de dar servicio a las vacas. Si a esto le sumamos el tiempo necesario para llegar con esa producción al mercado, se puede entender el efecto negativo de medidas como la prohibición de la exportación de carnes.
¿Y cuáles son los principales retos a los que se enfrenta el productor?
El principal reto es continuar produciendo, cada vez en forma más eficiente y sustentable, ofreciendo productos inocuos, seguros y de alta calidad, con estándares internacionales. Argentina debe cada vez con más firmeza insertarse en el mercado internacional, por lo cual debe trabajar en todos los aspectos vinculados a la competitividad (infraestructuras, capacitación profesional, comunicaciones, desarrollo y adopción de tecnología, digitalización, acceso a mercados, etc.) para poder lograr ese objetivo.
¿Qué se necesita para que más productores tengan acceso a herramientas como la genética?
Los productores locales tienen amplio acceso a la mejor genética disponible en Argentina, probablemente incentivos fiscales y/o de financiamiento que se han propuesto sin éxito a lo largo del tiempo podrían potenciar esta formidable herramienta de aumento de la producción.